lunes, 9 de junio de 2008

Desesperada

Hacía tiempo que no me pasaba por aquí.
Y quería contaros una historia...
Era un día gris. Cómo cada día. Le costaba levantarse y al hacerlo quería descubrir que todo era un sueño. Pero no era así. Enseguida recordaba. Sabía que era demasiado sensible, y evidentemente sabía que ese momento llegaría. Pero no así...
Intentaba hacer su vida y no pensar mucho, pues por mas que lo deseara poco podía hacer. Pero al llegar a casa, se le venía el alma al suelo. Lloraba en silencio. Y se preguntaba hasta cuando iba a continuar esta situación. Sólo deseaba que acabara todo, y poder olvidarse y estar bien. Se consideraba muy egoista por sentir eso. Pero, ¿acaso no era eso lo mejor para todos? No. No quería que le pasara nada malo. Pero, ¿acaso no era ya bastante malo estar cada día sufriendo? ¿tiene sentido vivir así? Creía que no era justo. Creía que la vida se estaba riendo de ella y de los suyos y le pregaba cada noche que ocurriera un milagro o que se acabara esta situacion. Y luego otra vez volvía a sentirse culpable.
Sólo le pedía a Dios que no le hiciera sufrir. Sólo pedía eso. A Diós, a la luna, al sol, a la tierra, a buda o a quien narices fuera que estuviera ahí arriba manejando los hilos. Sólo pedía eso.

miércoles, 27 de febrero de 2008

Perfección?

A veces se nos olvida que las personas no somos perfectas. Que las personas nos equivocamos y que lo importante no es cometer un error, sino reconocerlo. Pedir disculpas, asumir responsabilidad y aprender de él.
Pues tal y como alguien me dijo una vez:
En esta vida no hay errores. Sólo hay éxitos y aprendijazes.
Porque tanto miedo a equivocar-nos? porque tanto miedo a reconocer que no somos perfectos?

martes, 26 de febrero de 2008

Diálogo

- Sabes? me encantas, nose si te lo he dicho alguna vez...
- No, jaja, creo que no me lo habías dicho nunca, tu también me encantas, eres preciosa.
- Ui si, preciosiiiiisima jaja. Ahm...mira que día más bonito hace, te apetece un tazon de chocolate para desayunar?
- Claro que me apetece, pero...hay un problema. No quiero que nos levantemos!con lo bien que se esta aquí...
- Jaja, pero que vago eres!!anda levantate!! (ella intenta levantarle, él no se deja)
- Joder, que no quiero jajaja! mira que te hare cosquillas eh?y ya sabes lo que te pasa con las cosquillas
- No, no, no, por favor cariño, cosquillas no!!esta bien...te traigo el chocolate a la cama?
- No, tu te quedas en la cama. Ya te lo traigo yo...no te muevas vale?
- En serio? como me cuid...dejalo todo limpiooooooooooo
(desde la cocina) - Pobre de mi que no lo haga!
(comiendo chocolate al cabo de un rato)
- Y cuando acabemos esta "delicatessen" que?
- Tu que crees? te voy a comer a ti
- No me provoques antes de tiempo...
- Te quiero.
- Yo también, muchísimo.
- Y por eso me manchas la nariz de chocolate? ¬¬
- Estas muy mono. Es...el ¿simbolo del amor?
- ... quieres guerra? ven aquí, que la tendras. (La empapa con chocolate)
(Acaban duchándose juntos, lo demás lo dejo a gusto del lector...)
Fin.

jueves, 21 de febrero de 2008

Miedo...

A veces siento miedo. Miedo de perderte, miedo de mi misma. Temo despertarme un día dandome cuenta que todo ha cambiado y que ya no te quiero, que ya no es todo perfecto. Miedo a que me de cuenta un día que lo nuestro carece de sentido. Me aterroriza. Sé que és un mero miedo, infundado, porque te quiero. Se que es por el sueño de esta noche, frío, sin sentimientos, en el que te dejaba. Te dejaba así sin más. Y me pregunto a mi misma si estoy bien, si ésta es la relación que quiero, me pregunto si ese es el camino que quiero. No me permito dar nada por hecho. Me interrogo e intento ser sincera. Y mi corazón responde:
- Has pasado por experiencias, que te hacen tener miedo. Muy a dentro sientes que una relación nunca dura para siempre, pero tu eres más lista que el miedo. Tu estas bien, estate tranquil·la, confia, relajate. Estas bien. Tus nervios, tu estrés y tu malestar general no vienen por tu pareja, al contrario, los sacia con solo mirarte a los ojos. Si eso no es estar bien...que es entonces? sueltate, no seas tan exigente contigo y deja que la vida fluya...no tengas miedo.
Y entonces me tranquilizo...y me digo a mi misma, esta vez si.

miércoles, 20 de febrero de 2008

Al límite

No lo aguanto más. Me siento atrapada, agobiada, asqueada y al límite.
Siempre he asumido que mi família no es normal. Pero una cosa es asumir eso y la otra es desear salir corriendo de tu propia casa. No me encuentro bien, y parece que me lo invente, ni siquiera me apetece sentarme en el sofa a ver la tele por un simple motivo: si hay gente nunca lo hago, y en esta casa no lo haré. No se puede hablar, porque se genera una tensión insoportable y yo voy tragando, intentando simular que no pasa nada. Y no puedo más. Y siempre ha sido así.
Me siento egoista. Cuando él se fue estaba bien. Y me molesta pensar que la relación entre mi madre y yo dependa de él. Ejerce un poder sutil y oculto difícil de detectar, sobretodo para mi madre. Pero yo lo detecto. Lo detecto porque mi casa solo es mi casa cuando no estan. Cuando estoy sola. Me siento asqueada, no puedo hablar, pero tampoco puedo callar. Así estoy, cargada de rabia que sale a trompicones con personas que no se lo merecen. Necesito irme. Lo necesito. No puedo mas. Necesito poder poner lo que me venga en gana en la tele, recoger la cocina al dia siguiente si me apetece sin que nadie me mire con despecho, necesito que me miren como a una mujer, no como a una niña. Necesito que me dejen en paz. Necesito un ambiente descargado, necesito poder hablarlo todo sin que haya temas prohibidos que sacandolos empeoraran mucho las cosas. Me siento atrapada. Grito en silencio pero nadie me escucha. No quieren escucharme. Es mas facil fingir. Eso sí, fingir con amor. Estoy harta. Y me siento pequeña, pequeña e impotente.

martes, 19 de febrero de 2008

Un sueño hecho realidad

Y llovía...caía una fina lluvia. Estaba todo nublado. Y ella se sentía igual que el día, turbada, triste, decaída. Sus ropas estaban empapadas, pues se había dejado el paraguas. Llevaba todo el día trabajando, le dolía la cabeza. Se fue a casa, se quito la ropa empapada y se envolvió en una bata que ocultaba un pijama de invierno, se tomó una sopa caliente y abatida, se sentó en el sofá viendo la tele. "Estamos casi en primavera y es el primer día que siento el invierno dentro de mí, nadie habla, pero todos sabemos a que se debe..."
Ensimismada en su pensamiento, con la televisión de fondo, se abrió la puerta. Era él. Tras una larga jornada laboral estaban otra vez juntos, en su casa. Le sonrió, le dio un beso en los labios y le dijo: "buenas noches preciosa, como estas?". A ella se le escapó una gran sonrisa, le dio un abrazo y le dijo "Hola cariño, estoy cansada, y tu? como te ha ido el día? quieres algo de cenar? quedan sobras de ayer en la nevera y habría que acabarlas...te apetece un plato de lentejas?"
Él también iba empapado, tampoco se había llevado el paraguas. Encantado de que su chica se preocupara tanto por él le dijo: "prefiero un plato de sopa!" Ella le fulminó con la mirada y al momento se le escapó la risa. Y le dijo: "no, la sopa es mía, ya sabes que me encanta, y a ti querido liante, te gustan más las lentejas" Él también se rió. Mientras él se cambiaba de ropa, ella le preparó la cena y le dispuso la mesa para que cenara. Ella se quedó en el sofa envuelta en una gruesa manta mientras mantenían una conversación sobre lo sucedido del día, sobre ellos mismos y sobre la programación de la noche en la tele. Era viernes. Él recogió la cocina. Y ella se dió cuenta de que había cumplido su sueño: estaban juntos, en su casa. "te acuerdas cuando nos tumababamos en mi habitación y soñabamos con tener nuestra casa? parece mentira como pasa el tiempo..." él le sonrió y le dijo: "me encanta que por fin estemos aquí"
Empezó la pelicula. Debajo la gruesa manta estuvieron abrazados mirandola. A los dos les gustó, aunque él no pudo evitar quedarse dormido en algun momento debido al cansancio. Finalmente decidieron ir a dormir. Se besaron, se tocaron, se acariciaron e hicieron el amor sintiendo sus cuerpos más unidos que nunca. Al finalizar, ella se quedó embobada mirando cómo él dormía. Otra vez, sin quererlo se le escapo una grande sonrisa en medio de la oscuridada. "Por fin" se dijo para si, "por fin me siento libre".

lunes, 18 de febrero de 2008

Lunes, vuelta a empezar: reflexión sobre el trabajo hoy

Empieza otra semana más, la cuesta del lunes por la mañana no me deja ver la cercanía del fin de semana...5 días, y otra vez descanso. Yo funciono así, pero muchos más también...esperando a que lleguen esos dos días para nosotr@s. Para descansar, jugar, relajarnos, pasar tiempo con aquellos a los que queremos y desconectar de todo. Por suerte en mi caso, la semana es cansada, pero enriquecedora. Pero y los muchos y muchas que no disfrutan con su trabajo? Que no tienen tiempo ni de respirar, que no han podido elegir su camino y se ven sujetos, atados de pies y manos en un lugar que no está hecho para ell@s. Algunos tienen oportunidad de decir ¡Basta! pero otros, dependen demasiado del dinero...el piso, los niños, el coche y esa vida a la que estan acostumbrados (económicamente hablando)...
Que está pasando? jovenes de menos de 30 años tienen miedo de dejar el trabajo por si no encuentran nada, a la vez que se van ahogando, explotados por una empresa, dirigida por un empresario sin escrúpulos...¡es solo un trabajo! ¡abre los ojos y mira todo lo que te estas perdiendo por miedo! ¿por miedo? sí, por miedo a cambiar, a no tener dinero seguro, a ser alguien inestable económicamente (palabra que suena fatal hoy en día...casi es despectiva).
Todos tenemos miedo, pero depende de nosotros afrontarlo o no, decidir si es un miedo infundado o es un miedo que nos puede salvar de hacer alguna locura...Lo que no debemos, es paralizarnos por miedo a movernos, que como dice muy bien una canción preciosa de mago de oz, "no eches raizes, muevete, pues no eres un árbol para eso tienes dos pies"
Hoy en día puedes ser quien quieras, puedes dejarlo todo y empezar de cero, montar tu propio negocio, innovar con algo nuevo o simplemente ayudar a aquellos que crees que lo necesitan. Y eso depende de cada uno.
A veces debemos aprender a decir: no. Y yo no soy la excepción. En este mundo cada vez menos humanizado debemos aprender a plantarnos.
Una de las cosas más importantes en esta vida para mí, es poder realizar un trabajo que te guste, que aporte algo, que llene. Y que aunque cansad@ después de una jornada laboral puedas sentir una inevitable satisfacción por el trabajo realizado ese día.