martes, 19 de febrero de 2008

Un sueño hecho realidad

Y llovía...caía una fina lluvia. Estaba todo nublado. Y ella se sentía igual que el día, turbada, triste, decaída. Sus ropas estaban empapadas, pues se había dejado el paraguas. Llevaba todo el día trabajando, le dolía la cabeza. Se fue a casa, se quito la ropa empapada y se envolvió en una bata que ocultaba un pijama de invierno, se tomó una sopa caliente y abatida, se sentó en el sofá viendo la tele. "Estamos casi en primavera y es el primer día que siento el invierno dentro de mí, nadie habla, pero todos sabemos a que se debe..."
Ensimismada en su pensamiento, con la televisión de fondo, se abrió la puerta. Era él. Tras una larga jornada laboral estaban otra vez juntos, en su casa. Le sonrió, le dio un beso en los labios y le dijo: "buenas noches preciosa, como estas?". A ella se le escapó una gran sonrisa, le dio un abrazo y le dijo "Hola cariño, estoy cansada, y tu? como te ha ido el día? quieres algo de cenar? quedan sobras de ayer en la nevera y habría que acabarlas...te apetece un plato de lentejas?"
Él también iba empapado, tampoco se había llevado el paraguas. Encantado de que su chica se preocupara tanto por él le dijo: "prefiero un plato de sopa!" Ella le fulminó con la mirada y al momento se le escapó la risa. Y le dijo: "no, la sopa es mía, ya sabes que me encanta, y a ti querido liante, te gustan más las lentejas" Él también se rió. Mientras él se cambiaba de ropa, ella le preparó la cena y le dispuso la mesa para que cenara. Ella se quedó en el sofa envuelta en una gruesa manta mientras mantenían una conversación sobre lo sucedido del día, sobre ellos mismos y sobre la programación de la noche en la tele. Era viernes. Él recogió la cocina. Y ella se dió cuenta de que había cumplido su sueño: estaban juntos, en su casa. "te acuerdas cuando nos tumababamos en mi habitación y soñabamos con tener nuestra casa? parece mentira como pasa el tiempo..." él le sonrió y le dijo: "me encanta que por fin estemos aquí"
Empezó la pelicula. Debajo la gruesa manta estuvieron abrazados mirandola. A los dos les gustó, aunque él no pudo evitar quedarse dormido en algun momento debido al cansancio. Finalmente decidieron ir a dormir. Se besaron, se tocaron, se acariciaron e hicieron el amor sintiendo sus cuerpos más unidos que nunca. Al finalizar, ella se quedó embobada mirando cómo él dormía. Otra vez, sin quererlo se le escapo una grande sonrisa en medio de la oscuridada. "Por fin" se dijo para si, "por fin me siento libre".

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